Reporte de visita al
Colegio Montessori Tepeyac
Nunca había tenido la dicha
de conocer un Colegio Montessori y este pasado 26 de abril se dio la
oportunidad.
Al momento de entrar al
Colegio el ambiente se percibía muy distinto de otros. Se sentía como si
estuviera en el patio de mi casa jugando en el pasto. Las personas fueron muy
atentas y amables, nos colocaron en binas en distintos salones para poder
observar a los grupos y su manera de trabajar.
Dentro del salón había diferentes áreas de Arte, Geografía, Español, Matemáticas, Ciencias Naturales y una pequeña cocina.
Nos dimos cuenta que a los
niños les gustaba trabajar más en el área de Matemáticas y les aburría trabajar
en el área de Español cuando se trataba de copiar contenido.También les gustaba
dibujar el mapamundi.
También hay actividades que
favorecían y estimulaban el trabajo colaborativo como por ejemplo el trabajo en
la cocina. Las guías nos comentaron que todos los días se preparaba agua de
sabor y era responsabilidad de los alumnos hacerla.
Cuando es la primera vez que
hacen algo en cocina la maestra les ayuda, después lo hacen solos excepto usar
la estufa. De lunes a jueves hay menú escolar, y el viernes se prepara algo en
el salón. Los padres aportan cosas para que esto se lleve a cabo y cada niño es
digno de participar en alguna actividad como cortar verduras, preparar el agua,
etc. La maestra es quien cocina.
Tienen un rol de actividades
por hacer a lo largo del día, y cada vez va cambiando para que no se acostumbren
a hacer lo mismo y se motiven a ser personas ordenadas y responsables.
Lo que más me gustó es que
este método no es rígido, es muy flexible y da muchas herramientas y maneras de
aprender. Además es cierto que los alumnos cuando se incorporan a otro tipo de
escuela se les dificulta un poco la manera de trabajar, porque las habilidades
cognitivas están más desarrolladas, la proactividad, el compañerismo y la toma
de decisiones.
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